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El rector Tadeo Berenguer no descarta pedir ayuda al sector privado, en particular empresas mineras, para terminar la construcción de la Escuela de Música.
Primero fue un sueño, después se convirtió en pesadilla. La construcción de la sede de la Escuela de Música de la Universidad Nacional de San Juan lleva tantos años con idas de vueltas que muchos dentro de la institución le dan crédito a la frase que dijo un ex rector, de que es una “obra maldita”. Ahora que cayó en desgracia nuevamente culpa de la inflación, el rector Tadeo Berenguer no descarta buscan financiamiento de la minería para poder terminar este emblemático y necesario edificio.
Berenguer no precisó el avance de obra, pero al edificio, ubicado cerca del Auditorio sobre calle Urquiza, parece no faltarle mucho para culminarlo.
Descartó la idea de pedir un préstamo, y se inclinó más por pedir asistencia al sector privado y en este escenario entra a jugar la minería, actividad de la cual generan fondos para aportes a las comunidades. “Los privados que nos ayuden, hay mucha ayuda. Hay casos específicos: la carrera de Enfermería en Calingasta la está financiando la empresa Glencore (Proyecto Pachón), la Cámara Minera ha estado financiando el traslado y parte del funcionamiento de 8 carreras que se realizaron en Calingasta junto con el gobierno provincial”, destacó.
Respecto de si están avanzadas las conversaciones con alguien del sector privado o con alguna empresa para que aporte a la terminación de la Escuela de Música, aseguró que “estamos adecuando los presupuestos, porque no podemos ir a pedir dinero. Lo que queda, el paso inmediato es cerrarla definitivamente, cerrarla con toda la carpintería de aluminio y vidrio, porque si bien se ha trabajado muchísimo adentro en esta última instancia y afuera, ha quedado la carpintería sin colocar, por lo tanto los avances que se han hecho adentro se están deteriorando con los efectos de la inclemencia del tiempo. Por lo tanto ese es un paso que creo que lo vamos a dar en corto término, cerrar con las estructuras metálicas”.
Agregó que “estamos en la instancia, lo que pasa es que pedir un presupuesto y a los pocos días está totalmente desactualizado. Estamos en eso y con eso, como digo, pasamos la gorra y a ver si podemos avanzar. Y bueno, ya con ese avance pueden salir otras instituciones que puedan colaborar. Yo creo que sí, en estas situaciones tan difíciles que estamos viviendo tenemos que salir entre todos y juntos, colaborando. El problema que veo es que la falta de solidaridad que ha habido sigue”.
La “maldición” de la Escuela de Música: 60 años en veremos
Fue una frase que el ex rector Oscar Nasisi pronunció hace varios años sobre la Escuela de Música: “parece que sufre de una maldición”. La historia es de vaivenes de todo tipo, marcados por desavenencias políticas y falta de presupuesto, y data desde hace más de medio siglo, cuando se obtuvo el terreno para el proyecto.
Así, tras arreglarse los papeles, se pudo pasar al proyecto arquitectónico que cobró forma en 2008. Y no fue hasta 2014 que se pudo llamar a licitación por un monto inicial de 17 millones de pesos. La empresa Salmax abandonó las tareas en 2015 y las dejó en un 33%, con el edificio –que apenas es una quinta parte del proyecto general- en obra gruesa.
En los años sucesivos hubo varias gestiones truncas, se llamó a nueva licitación pero quedó desierta por falta de oferentes. Luego se hizo otro llamado que cayó porque la oferta fue demasiado alta y logró hacerse una tercera pero ninguna de las empresas que se presentó cumplía con los requisitos. Así las cosas, se esperaba que la cuarta licitación fuera la definitiva y que en 2022 se pudiera hacer realidad la esperada Escuela de Música de la UNSJ, pero siguen sin poder cortar las cintas.