Secretario de Educación defendió el Presupuesto: “Se pasará del Estado educador a sociedad educadora”
Carlos Torrendell se presenta en la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Las partidas educativas es una de las principales demandas de la oposición.
Carlos Torrendell defendió presupuesto educativo del oficialismo
En el inicio de su intervención, Carlos Torrendell aseguró que existe un cambio de paradigma en el proyecto presupuestario que “pasa de una +9concepción del derecho y el deber a la educación de una forma abstracta, declamatoria y que invisibiliza tanto fracasos como aciertos del sistema educativo argentino; a la concepción de un derecho a la educación que se centre en aprendizajes reales para todos, que implica enhebrar simultáneamente y generar mayor libertad educativa, al mismo tiempo de lograr una equidad en el aprendizaje y construir confianza para poder actuar como sistema y no como una red atomizada de individuos, instituciones y funcionarios”.
“El desafío central es una política educativa focalizada en los aprendizajes”, remarcó el secretario, quien señaló que “se pasa del Estado educador a sociedad educadora, que implica por supuesto una presencia del Estado en términos de políticas educativas pero de una manera mucho más integrada, respetuosa y participativa, en diálogo con la sociedad civil”.
El funcionario además anunció la creación de una nueva línea de programas de alfabetización “que implica un financiamiento cercano a los $700.000 millones, junto con otras líneas vinculadas a la gestión que suman unos $600.000 millones”. “Concentrarnos en la alfabetización es un transversal, genera una externalidad positiva. Esa focalización no es arbitraria, es eficiente y productiva“, definió. Luego, remarcó la importancia que le dará la administración a “la evaluación de la gestión y la conectividad”, con un sistema de digitalización que provea información desagregada de los resultados y aprendizajes educativos.
Al referirse a universidades, Torrendell precisó que el financiamiento para instituciones de educación superior equivalen a casi $4 billones con dos ejes fundamentales: inclusión y graduación. “En el gasto primario del Presupuesto nacional, el gasto universitario pasó del quinto al tercer lugar, lo que marca que es relevante”, planteó y subrayó que continuará “el diálogo con los gremios y las universidades para seguir afianzando la política salarial, que es lo que hemos intentado dentro de la situación de déficit cero”.
Al cerrar su introducción, el secretario de Educación manifestó que están desarrollando una política de distribución de libros y consideró que el diseño del presupuesto educativo actual permite “concentrar los recursos a que los chicos aprendan. No se trata sólo de sumar recursos, sino que se trata de invertirlos para que efectivamente sean equitativos para que los chicos aprendan”.
Críticas de diputados de la oposición al presupuesto educativo
El primer diputado que tomó la palabra en la comisión fue Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), quien afirmó que “todos estamos de acuerdo que las universidades tienen que mejorar y auditarse, pero acá hay un trasfondo que esconde la verdadera discusión” y se refirió a discrecionalidad en la distribución de recursos, tanto para lo destinado a cada universidad como a las distintas asignaciones del Presupuesto. Como ejemplo, señaló que se establecen “los mismos recursos para bienes de uso militar y defensa que para educación, es idéntico el gasto en construcciones y equipamiento militar que para los programas de construcción de jardines”.
“Estamos ante un Presupuesto que nos avergüenza, porque pone a la educación en una punta crítica de un desbarranque notable“, continuó Blanco Osuna (Unión por la Patria) quien dijo que “en materia de becas es notable la reducción de recursos para sostener el programa Progresar” y que la gestión nacional “se abstuvo” a oír “las voces de los actores sindicales y académicas, que van indicando y orientando cuáles y por qué las políticas deben desarrollarse“.
La primera definición de Carlos Torrendell fue que “de ninguna manera se puede comparar un Presupuesto realizado sobre la base de endeudamiento y emisión, que uno realizado sobre déficit cero“. “Sinceramente, no tenía para nada claro que los organismos financieros internacionales estaban promoviendo la política de alfabetización”, admitió y aseguró que “no hay desmantelamiento del Plan Conectar Igualdad sino que hay reordenamiento para que lo que estaba separado vuelva a focalizarse”.
Alejandro Álvarez: “No hay programa universitario que se encuentre desfinanciado”
A su turno, el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, se refirió a la metodología para establecer partidas para la educación superior. “Antes no había ninguna razonabilidad en la distribución del Presupuesto. ¿Sabe cómo se distribuía el Presupuesto antes? Por lobby en este Congreso. Aquel diputado que tenía mayor vínculo con universidades lograba mayores índices de Presupuesto“, dijo y aseguró que: “No hay ni un sólo programa que hoy se encuentre desfinanciado: tenemos el 100% de los programas y las carreras de las universidades financiadas”.
Además se refirió al reclamo de la Universidad de las Artes de este miércoles: “Ayer los vimos haciendo bailes en la Estación de Once, que me parece muy bien”. “La Universidad de las Artes tiene una de las administraciones más desastrosas que existen en las universidades públicas, teniendo siete edificios en alquiler. […] No hicieron ninguna previsión presupuestaria y no organizaron ninguna manera de encarar una planificación, simplemente era pedir plata”, dijo y añadió que “no cabe ninguna duda que es universidad no es oficialista y va a tener un aumento del Presupuesto de 431%, comparando con el 2024”.
Luego, Alejandro Finocchiaro (PRO) recordó que su bloque negoció su voto a favor del veto a la ley de financiamiento universitario a cambio de una mejora salarial para los trabajadores de menores ingresos. “¿Ya se liquidó esa garantía?”, indagó el legislador. “Está en ejecución y en proceso de pago. En el próximo salario va a ir”, ratificó Álvarez.
Fuente: Ámbito