Estas son las ventajas de aplicar el modelo ABP en la educación formal
La clave para el éxito de ABP será la adaptación y el compromiso continuo con la formación docente, inversión en recursos, y un enfoque persistente en la mejora de los sistemas de evaluación.
Hasta ahora poco se ha explorado un modelo de educación tradicional en el que se contempla un aprendizaje lineal y seccionado, pues explora las materias aisladas y sin un factor que los conecte. Sin embargo, desde hace varios años son cada vez más las escuelas que apuestan por una educación integral que permita la conexión entre los conocimientos y por ende lograr que la resolución de problemas que trabajan los niños sea contextual y no aislada.
En ese sentido, el modelo de educación del Aprendizaje Basado en Proyectos representa una opcion fiable y falible para hacer que el conocimiento se integre de acuerdo a una causa específica a tratar. Aunque en cuestión de innovación educativa este recurso es adaptable a cualquier entorno, sin embargo, los y las docentes pueden cuestionarse cómo es que se puede implementar, qué tal difícil es, qué se dice sobre el tema y cómo es que ellos pueden capacitarse para utilizar esta metodología.
¿Qué es el ABP?
De acuerdo con el Observatorio del Tec, el aprendizaje basado en proyectos es una técnica didáctica que conecta el aprendizaje escolar con el sentido de vida de los estudiantes, ya que al enfrentar problemáticas reales ellos asumen los desafíos que tienen que ver con lo que están viviendo.
Asimismo, Astrid Herrera, quien es líder estratégica de Aprendizaje Basado en Proyectos de Ticmas, considera que el rol del profesor es fundamental para relacionar los contenidos del diseño curricular considerando el interés de los protagonistas del aprendizaje, que en este caso son los propios estudiantes.
El ABP tiene varias modalidades, según la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México, las cuáles son el Aprendizaje Basado en Problemas, el Aprendizaje Basado en Retos y el Aprendizaje Basado en Investigación. El primero se basa en cuatro pilares fundamentales: la autonomía de la alumna y el alumno, la cooperación y el trabajo en grupo, el rol de facilitador del docente y el aprendizaje contextual. En el segundo, se exige la elaboración e implantación de soluciones reales que tengan impacto en la comunidad, y finalmente en el último se permite la incorporación parcial o total de la alumna y alumno en una investigación basada en procesos científicos, bajo la supervisión de la maestra o maestro.
Estos proyectos tienen como objetivo motivar a las y los estudiantes a trabajar en equipo y a indagar e investigar para resolver retos o problemas.
Según un artículo de la Revista Latina Multidisciplinar, el ABP permite socialización, que es una habilidad que usuamente no se trabaja y que a todas luces resulta necesario potenciar desde la escuela. El desarrollo de un proyecto permite una socialización más rica porque comporta movimientos no sólo en el aula, sino hacia dentro (participaciones de agentes expertos o de las propias familias) y hacia fuera de la misma (dirigido a la comunidad a lo que está fuera del centro mediante la propia difusión).
Cómo llevar ABP a las aulas
La representante de Ticmas platicó que parte de poner en práctica esta metodología está basada en que sean los propios estudiantes quienes puedan dar una lluvia de ideas sobre lo que quieren trabajar con problemas reales que se enfrentan en su comunidad, como potabilizar el agua en alguna zona, o abordar el problema sobre la escasez de alimentos.
“Los alumnos pueden abordar problemas sobre cómo potabilizar el agua, y ahí el docente puede enseñar a través de eso tipos de suelo, geografía, historia, incluso que a propósito de ello se busquen textos sobre el agua, desde la ciencia a la literatura; es él quien tiene que adaptarse a las necesidades de las y los estudiantes”.
De Herrera enfatizó que incluso este método de enseñanza no está limitado a grupos pequeños de alumnos, pues si se tienen de 30 a más estudiantes, pueden dividirse en grupos y asignar tareas determinadas a diferentes soluciones, entre otras cosas.
“Ahí sólo los maestros y las maestras funcionan solo como un faro en medio del bosque, va a guiar con su luz a los estudiantes, pero son ellos quienes van a explorar los caminos y decidir de qué forma. De ahí, el profesor debe tener la habilidad de poner los temas que necesita el plan de estudios alrededor del problema o proyecto que se elegio”, profundizó Astrid.
Pese a que usualmente se relacionan los diversos tipos de enseñanza con la tecnología e innovación, la representante de LED de Ticmas señaló que el Aprendizaje Basado en Proyectos puede realizarse dentro y fuera de los espacios virtuales.
“ABP trabaja con situaciones reales, se puede hacer con materiales reciclados, se puede hacer un huerto, puedes tratar las situaciones de vulnerabilidad que se tienen en la región y las comunidades. Si bien me parece que no se debería privar a las y los estudiantes a vivir experiencias con la tecnología (porque es lo que ven y viven a diario), todo lo de ABP puede adaptarse. Igual en la tecnología puedes abordar proyectos con simuladores a los que en la vida cotidiana no se tendría acceso, pero en otro punto usar lo que sí está a la mano y se enfrenta día a día”
Las instituciones que han adoptado ABP en América Latina han reportado resultados alentadores, como un mayor interés y motivación por parte de los estudiantes, y una mejora en la retención del conocimiento. Ticmas ha llevado este modelo de educación a diferentes escuelas de la región, como México, Argentina y Chile, donde han podido demostrar mejores resultados académicos y mayor arraigo de los aprendizajes.
La clave para el éxito de ABP será la adaptación y el compromiso continuo con la formación docente, inversión en recursos, y un enfoque persistente en la mejora de los sistemas de evaluación.
Ventajas del ABP en la educación
Los estudios sobre el ABP demuestran que los y las estudiantes manifiestan un mayor interés hacia los contenidos que aprenden al trabajar con esta metodología, ya que les permite desarrollar su autonomía, potencializan su creatividad, refuerzan sus capacidades sociales, así como fomentar su pensamiento crítico.
Y es que este modelo se basa en la premisa de que los estudiantes aprenden de manera más efectiva cuando participan activamente en proyectos que abordan problemas del mundo real y que son significativos para ellos. De hecho tiene muchas más ventajas de las que los docentes pueden pensar para transformar la experiencia educativa.
Fomento de la motivación y el compromiso
Uno de los mayores beneficios del ABP es el aumento de la motivación y el compromiso de los estudiantes. Al trabajar en proyectos que tienen relevancia para ellos y que están conectados con el mundo real, los estudiantes se sienten más motivados para aprender. Este interés intrínseco promueve una participación activa y un deseo de profundizar en los temas, lo que contrasta con el aprendizaje pasivo que a menudo se asocia con los métodos tradicionales de enseñanza.
Desarrollo de habilidades del siglo XXI
El ABP se centra en el desarrollo de habilidades esenciales para el siglo XXI, tales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración, y la comunicación. Al trabajar en proyectos, los estudiantes deben investigar, planificar, ejecutar y presentar sus hallazgos, lo que les proporciona una experiencia práctica en la gestión de proyectos y en la solución de problemas complejos. Estas habilidades son vitales en el entorno laboral moderno y preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos futuros.
Aprendizaje activo y experiencial
El aprendizaje activo es un componente central del ABP. En lugar de ser receptores pasivos de información, los estudiantes se convierten en agentes activos de su propio aprendizaje. Este enfoque experiencial permite que los estudiantes apliquen los conocimientos adquiridos en contextos prácticos, lo que mejora la retención y la comprensión de los conceptos. Además, el aprendizaje basado en proyectos ofrece múltiples oportunidades para la reflexión y la autoevaluación, lo que refuerza aún más el proceso de aprendizaje.
Personalización del aprendizaje
El ABP permite una mayor personalización del aprendizaje, ya que los proyectos pueden ser adaptados a los intereses y habilidades individuales de los estudiantes. Esta personalización no solo aumenta el compromiso, sino que también permite que los estudiantes trabajen a su propio ritmo y en su propio nivel de habilidad. Los maestros pueden actuar como facilitadores y guías, proporcionando apoyo y recursos según sea necesario, lo que crea un entorno de aprendizaje más inclusivo y equitativo.
Conexión con el mundo real
Una de las principales ventajas del ABP es su capacidad para conectar el aprendizaje escolar con el mundo real. Los proyectos a menudo implican la colaboración con profesionales, la investigación de problemas comunitarios o globales, y la aplicación de conocimientos en contextos reales. Esta conexión ayuda a los estudiantes a ver la relevancia de lo que están aprendiendo y cómo puede aplicarse fuera del aula, lo que en última instancia enriquece su experiencia educativa y los prepara mejor para el futuro.
Mejora de la evaluación formativa
El ABP favorece la evaluación formativa, que se centra en proporcionar retroalimentación continua para mejorar el aprendizaje. A través de la revisión regular de los proyectos y la reflexión sobre el progreso, los estudiantes reciben comentarios constructivos que les ayudan a mejorar y desarrollar sus habilidades. Este tipo de evaluación fomenta una cultura de mejora continua y de aprendizaje autodirigido, lo que es fundamental para el desarrollo personal y académico de los estudiantes.
Fomento de la creatividad e innovación
El ABP promueve la creatividad y la innovación al alentar a los estudiantes a pensar de manera original y a explorar múltiples soluciones a los problemas. Los proyectos suelen requerir que los estudiantes diseñen, experimenten y creen, lo que les da la libertad de explorar nuevas ideas y enfoques. Este entorno de aprendizaje dinámico y flexible estimula la creatividad y fomenta una mentalidad innovadora, cualidades que son altamente valoradas en el mundo actual.
La implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos en la escuela curricular ofrece numerosas ventajas que pueden transformar la educación y preparar mejor a los estudiantes para el futuro. Desde el aumento de la motivación y el compromiso hasta el desarrollo de habilidades cruciales y la conexión con el mundo real, el ABP proporciona una experiencia educativa rica y multifacética. Al centrarse en el aprendizaje activo y experiencial, este modelo no solo mejora los resultados académicos, sino que también contribuye al desarrollo integral de los estudiantes, haciéndolos más capaces de enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio.
Fuente: INFOBAE