La UNSJ anuncia el pago del retroactivo de la garantía salarial tras meses de lucha sindical
Tras meses de reclamos, la universidad abonará la deuda salarial a los docentes que perciben menores ingresos. El pago incluye el retroactivo desde abril y marca un avance parcial en las demandas gremiales.
La Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) informó que el retroactivo de la garantía salarial correspondiente al período de abril a septiembre de 2024 será acreditado en las cuentas bancarias de los docentes universitarios a partir del sábado 16 de noviembre. Este anuncio pone fin a meses de incertidumbre y reclamos por parte de los gremios docentes.
El gremio Adicus destacó que esta conquista, aunque no satisface completamente sus demandas, representa un avance importante en la mejora de los ingresos de los cargos con menores remuneraciones. Según un comunicado emitido por la organización sindical, “queríamos que a la garantía salarial se le aplicara el porcentaje correspondiente al mes, pero reconocemos que es un alivio económico significativo, especialmente porque incluye el retroactivo desde abril de este año”.
El contexto del conflicto
La garantía salarial, una herramienta clave para asegurar que los salarios más bajos alcancen el mínimo docente, había sido desactivada por decisión del Gobierno Nacional. Desde diciembre de 2023 no se actualizaba, lo que dejó a los cargos más bajos sin incrementos salariales hasta abril de 2024, cuando los ajustes mensuales logrados por las paritarias superaron finalmente el nivel de referencia establecido.
Durante este período, los sindicatos denunciaron la falta de respuesta gubernamental, enfrentando reiterados argumentos de falta de fondos en reuniones técnicas, como la celebrada el 30 de septiembre. No obstante, el anuncio del pago del retroactivo llegó en un contexto de presión por la inminente aprobación de la Ley de Financiamiento Universitario, que fue defendida masivamente en las calles.
¿Qué es la garantía salarial?
La escala salarial de los docentes universitarios se basa en un sistema escalonado, donde el salario de un ayudante de cátedra funciona como cargo testigo. A partir de este valor, se calcula el resto de los salarios según las siguientes relaciones:
- Profesor Titular: 1,8
- Profesor Asociado: 1,6
- Profesor Adjunto: 1,4
- Jefe de Trabajos Prácticos: 1,2
- Ayudante de Cátedra: 1,0
Sin embargo, el salario del ayudante suele estar por debajo del mínimo docente establecido a nivel nacional. Para equiparar esta situación, la garantía salarial incorpora una suma remunerativa y no bonificable destinada a los cargos con salarios más bajos, asegurando que alcancen el nivel mínimo luego de los descuentos de ley.
Los desafíos de la garantía salarial
Pese a sus beneficios, la garantía salarial también genera tensiones en la estructura salarial universitaria. Su aplicación incrementa los sueldos más bajos, pero “achata” la diferencia entre los distintos niveles del nomenclador salarial, según lo establecido en el artículo 34 del Convenio Colectivo de Trabajo.
“El desafío es convertir la garantía salarial en el salario inicial desde el cual se calculen todos los sueldos, para que impacte en toda la escala”, señaló Adicus.
Unidad y lucha colectiva
Desde el gremio convocaron a fortalecer la unidad y la movilización en esta nueva etapa del conflicto, reafirmando que la lucha es el camino para alcanzar salarios dignos y garantizar una universidad pública de calidad. “El tiempo de la lucha es ahora, y la participación de todos es fundamental para defender los derechos logrados”, concluyeron.
Este logro, aunque parcial, es un recordatorio de la importancia de la organización colectiva para enfrentar las desigualdades y garantizar condiciones justas para la comunidad universitaria.
